La licitación de contratos con la Administración Pública y con algunas compañías de ámbito privado requieren la presentación de garantías que aseguren el cumplimiento de las obligaciones que se encuentran suscritas en dicho contrato.
Para hacer frente a estas necesidades, si la compañía o profesional no quiere comprometer su tesorería teniendo que depositar el dinero requerido como garantía, surgen dos tipos de instrumentos que funcionan como garantes de los contratos sacados a licitación, el aval bancario y el seguro de caución, ¿conoces las diferencias?
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