Para el propietario es fundamental contratar un seguro que cubra todos los posibles daños relacionados con el agua, como roturas, fugas, inundaciones, desajuste en el cierre de grifos o llaves de paso, así como el arreglo de los mismos. También aquellos siniestros provocados por fenómenos atmosféricos, si bien estas coberturas pueden variar en función de las distintas compañías de seguros.
En este sentido, explica que los inquilinos deben protegerse con un seguro especial y recuerda que están obligados, además, a abonar cualquier indemnización por siniestros que originen, ya que la aseguradora del propietario tiene todo el derecho a reclamar al causante de los daños que han sido cubiertos por ésta.
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