Aunque los robos en el hogar mediante ganzúas y otros instrumentos poco agresivos han existido siempre, es indiscutible que en los últimos años el uso de técnicas como el ‘bumping’ o el ‘impresioning’ han tomado un protagonismo creciente.
Se trata de técnicas sofisticadas que permiten a los delincuentes penetrar en el domicilio de un particular sin causar daños apreciables en la cerradura, de manera casi silenciosa. Ello les facilita cometer robo pasando inadvertidos. Es una técnica utilizada especialmente en edificios en altura con un número elevado de viviendas y en los que el anonimato es un elemento que facilita la actuación de los cacos.
+ INFO: La Vanguardia