«Desde las redes de cadena de suministro hasta el propio producto final, pasando por los procesos de producción, el sector de la automoción tendrá que dar respuesta a numerosos riesgos emergentes para hacer posible la transición al vehículo eléctrico», afirma Daphne Ricken, suscriptora sénior de Responsabilidad Civil en AGCS. «El crecimiento previsto de los coches eléctricos trae consigo la posibilidad de nuevos defectos y problemas de rendimiento, mayores costes de reparación, nuevas amenazas cibernéticas y riesgo de incendio e, incluso, problemas asociados a la sostenibilidad del abastecimiento y eliminación de componentes críticos y materias primas».
+ INFO: ADN del seguro